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COCHE ELECTA DUO INGLESINA El gran capazo Open Up Gracias a la nueva cuna Open Up, el recién nacido podrá disfrutar de una ventilación óptima en cualquier situación: las amplias ventanas de ventilación ajustables permiten regular el flujo de aire de forma independiente, garantizando un control climático perfecto dentro de la cuna. De este modo, el bienestar del bebé está asegurado durante todo el día, tanto durante los paseos como en los momentos de descanso. Welcome Pad Cuando nace el bebé abandona la seguridad del vientre materno para descubrir un nuevo mundo, pasando de un espacio contenido y acolchado a uno sin limítes y dispersivo. Para asistirle en esta transición es importante hacerle sentir arrullado y protegido, ofreciéndole un espacio ideal en el ámbito físico y emotivo Gracias a un chasis vanguardista, Electa se mueve con suma facilidad por la ciudad. Electa se cierra fácilmente con el asiento de la sillita de paseo instalado en ambas direcciones. Una vez que se cierra, el manillar y la partes de tela nunca tocan el suelo. Gracias a su peso reducido, es fácil transportarla por escaleras, así como entrar y salir con ella de transportes públicos, mientras se tiene el bebé en brazos. Cuando se cierra, el chasis (o la sillita de paseo) tiene el tamaño de una maleta de viaje y se puede guardar cómodamente en el maletero de los coches más pequeños. Respaldo ajustable a 170° En los primeros meses de vida, la estructura ósea y muscular del recién nacido es todavía frágil. La posición acostada y supina evita sobrecargar cualquier parte del cuerpo, distribuyendo el peso de manera uniforme. ¿Por qué despertarlo? Gracias al Standup, la cuna puede colocarse cómoda e higiénicamente en el interior de la casa, convirtiéndola en una auténtica cama para pasar la noche junto a los suyos. Gracias al Standup, la suciedad y la humedad acumuladas en el chasis permanecen fuera de la casa. Apertura y cierre con una sola mano Gracias al exclusivo sistema patentado de Inglesina, el bastidor se abre y se cierra con una sola mando con el asiento instalado en cualquiera de las dos direcciones. Una vez cerrada, la sillita se mantiene en posición vertical de forma autónoma, con lo que se evita que el manillar y el tejido toquen el suelo.